El puente de la buena voluntad…
La diferencia entre La Frontera y The Frontier.

Uso justo de un club de cartuchos por los interwebs para imprimir la receta [con todo y los ingredientes que se necesitan] para preparar un platillo de molletes. Vía: www. cartouch club . com
“El ponchado”
Fue una traducción* [peyorativa] que escuché en Ciudad Juárez, Chihuahua. La voz popular se usaban para describir el seguro de desempleo, “de los de El Paso“.
“N’ombre mi compa, en Ciudad Juárez“, luego-luego me decían mis amigos los más conformistas, “eso no existe”; y para echarle jocoque industrializado a los molletes del Puente al Revés, me remataban con un:
—aquí si el patrón te corre, te indemniza ¡y se chingo!
En la Ley Federal de Trabajo no existe el desempleo. La liquidación corre a cuenta de las empresas o el empleador —y la ley, pues estaba hecha a la medida de la iniciativa privada… al menos así corría la cosa en la primera década del Siglo 21; igual, ahora con las clausulas del mentado Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, o mismo con la (ZOLCOTA) las cosas laborales de seguro ya funcionan mejor para los trabajadores que calificaron para recibir una Télé de Alta definición; d’esas que gracias al NAFTA, los zares de ‘la Maquila’, ensamblaron para la SEDESOL.
En París, La Bolsa cae,
lo mismo pasó en Milán… dos veces.
En fin, Frankfurt, Londres, y “la bolsa española” sufren de lo mismo.
En Ciudad Juárez, y al Norte y al Sur de esa región lo único que bajo fue la temperatura. Los salarios de miseria —siguen igual… pero eso sí, Altar de Lujo para Bergoglio.

Cuss Cards @#*¡ European Edition | Jugada patrocinada por el color Amarillo… Amarillo no me pongo. Amarillo es mi color. || Uso justo de los Naipes para evaluar la repercusión de los Acuerdos Económicos (interoceánicos) que van a regir a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos —en el 2016. ||| Naipes cortesía de Cusscards™, el “Outer Bag” por la “Pinche” Lexmark™, y la foto por armando segovia / segoviaspixes (2015)… copy-left.
*… Otra traducción [graciosa] que yo aprendí, aunque no me acuerdo en cuál oficina o dependencia del Estado, resultó siendo la de “el toledo, o el tolido“. Los fronterizos la usaban —amen si sigue en uso— para referirse a un toilette.