Intermedio – Canis Lupus Solitarius

Sobre Aviso No Hay Engaño

14 de febrero,2014
Sabbatical Day N° 41
Enter San-Diego
Atelopus franciscus
(True Toad — not a fucking Toadie)
… no nos consta pero.

No nos consta pero de creerle a los diálogos escritos en la expo sobre México en el Gran Palacio de París en el 2016/17, casi esquina con El Elíseo, Diego RIVERA no encajaba con sus contemporáneos en la Llamada Ciudad de La Luz.

Una amiga que ya no se encuentra en este plano de existencia solía contarnos [al staff] la anécdota que ella escuchó, —de quien sabe quién y de quién sabe cuándo— el borlo, por así apuntarlo, fue de que cuando Diego regresó a México y la pinche gente enjaquecosa le abordaba con la puta pregunta de:

¿Qué hiciste en París?

Diego solía responder:

… pos’nomas me hice pendejo.

En fin, quién sabe si ese desgaste de tinta [porque el primer borrador de este inconsecuente Blog se escribe con una Bic® ensamblada en Tijuana] tenga unos mililitros de veracidad, lo cierto es de que Alfred Molina en su paso por un set de Hollywood que se suponía que era el Rockefeller Center, allí donde chambea el mismísimo “Cousin Joe”, le dijo al puto de Edward Norton [esposo en aquél entonces de Frida Kahlo … perdón esposo en aquél entonces de Salma Hayek!!! ¡Con una chingada, ¡staff!!! Con Salma Hayek, no con Frida Kahlo, ¡pendejos! no confundan los choco-roles con los pingüinos… anygüey, comentaba de que Alfred Molina le dijo a Edward Norton de que él [don Diego] no iba a quitar a LENIN del mural que el magnate [del Rockerfeller Center] le había comisionado, en primera instancia a dibujar.

… en otras palabras; en su paso por París, quien sabe porque San-Diego se apachurró con los BoBo’s del Sena, pero según Hollywood, don Diego en Nueva Yol’ no fue el Pendejo de ningún magnate; porque mismo si el puto de Mr. Rockefeller lo “invitó” a que pintara un mural —en donde hoy son los estudios de MSNBC— y luego, instigado [el magnate, no San-Diego] por la presión de almas tímidas y lambisconas del sistema de WALL STREET le dijo a Diego, que borrara el material, don Diego [propiamente] procedió a no doblarse —y pues eso, eso estuvo bien.

Tenga pues, su pinche muro.

En Fin, lo más seguro es de que San-Diego no cambió el contenido de lo que ese PINTOR fue a plasmar, y menos, por las méndigas preocupaciones de algunos timoratos de Washington, D.C., siendo que desde un —puto—principio, don Rockefeller sabía muy bien de qué trataba la obra del más talentoso de Coyoacán.

Fotos —pinches putos— follow…


El Sapo de Frida and other ponds:

https://en.wikipedia.org/wiki/True_toad

http://billetterie.grandpalais.fr/le-mexique-des-renaissances-expo-ile-de-france-css5-rmn-pg1-rg12213.html