(borrador sin editar).
La sal de La Tierra
Para mantener la congruencia de la crítica que aquí se va aglomerando, repaso otra vez la nota de Mathieu Tourliere (proceso.com.mx/ 15 de diciembre, 2015), “Gómez Robledo, defensor de la [verdad histórica], se va de vacaciones embajador a Francia“.
Fiel a su camiseta según la Agencia Proceso (apro), el ahora antiguo subsecretario para los Asuntos Multilaterales, y los llamados DERECHOS HUMANOS en México —Juan Manuel Gómez Robledo— fue, y parece que seguirá siendo, un buen soldado del P.R.I..
Notable fue la participación de ese canciller de carrera en los boletines noticiosos del pasado 2 de febrero de 2015 —particularmente— por haberse desgarrado el esmoquin y advertir a la Organización de las Naciones Unidas (ONU, por sus siglas en Francés) a que ese organismo no incurriera en las descalificaciones en contra del gobierno de Atlacomulco del presidente Enrique Peña Nieto (apro, ibid).
Muflón…eando a La Academia
A lo mejor no tanto con el mismo celo, pero definitivamente sí con la misma intención con la que la iglesia católica defendió, allá en su momento al cura glorificado Marcial Maciel de los crímenes que ese legionario de Cristo perpetró por debajo de las narices —y de la sotana— del papa de Monterrey (también-conocido-como, Karol J. Wojtyla), Gómez Robledo también defendió desde el Servicio Exterior Mexicano, a la tortura generalizada (institucionalizada o no) desde su mundo ordenado y manejable, o sea: desde su torre de marfil.
Hace dos años propuse en en documento cotejado por la Prefectura de París, que la ceremonia de la virgen guadalupana en París se había ido transformado en una excusa artificiosa de parte del gobierno mexicano en Francia, para ir sellando pactos con los actores principales de la comunidad mexicana en suelo galo.
Dicho de otra manera, la ceremonia de la llamada Virgen del Tepeyac se convirtió en el subterfugio perfecto en la cuidad de la luz para sepultar todo lo laico en el tejido constitucional del Estado mexicano, o sea hacer que las leyes en México pierdan la independencia de toda influencia religiosa. (¡masiosare—borregos!!!).
No es la primera vez —presiento— que los poderosos invocan la figura de la virgen morena, “haiga sido como haiga sido”, los falsos servidores (públicos y de la religión) la usaron como guia de tropas durante el Movimiento de Independencia y luego también cuando a el Norte de México lo partieron en dos, eso último paso precisamente un día 2 de febrero; un Día de la Candelaria —pero del Siglo XIX… dicho de otra manera —como la diputada federal Carmen Salinas, quizás— La Virgen María de Guadalupe fue sacada del estuche para que los mexicanos, pues no la anduvieran haciendo de pedo. Particularmente en el exterior. (Ultramar, diría un francés).
Aunque para certificar y cotejar eso, pues habrá que preguntarle al profesor/doctor Pedro Salmerón, primero. Él es la autoridad cuando se trata de evaluar a los falsificadores de la historia. ¿A ver profe, de que lado cae la balanza en esta cuestión?. Independientemente, —se supone— de lo que su camarada y colega Juan Molino Camposhombre (John Mill Ackerman) tenga que ir diciendo y pregonando en su gira para vender libros, escritos por cierto cuando ese licenciado de la UNAM —andaba por Sorbonne Square.
- Tourliere, M. (apro); “Gómez Robledo, defensor de la “verdad histórica”,se va d’
embajador a Francia“; http://www.proceso.com.mx/?p=423584 - fundéu BBVA; “esmoquin, sin tilde, hispanización de smoking“; http://www.fundeu.es/recomendacion/esmoquin/